lunes, 23 de marzo de 2009

Sobre la melancolía

(Ahora estas reseñas se encuentran también en http://cortesiadelacasa.com/ un lugar maravilloso lleno de música y de blogs)




Morrissey es poderoso. No sólo por su voz potente, de autoparlante, o por el torrente gigante y melodioso en el que nos embarca con sus canciones. Cada cosa que ha hecho desde The Smiths hasta su último disco Years of refusal está lleno de voltaje, de electricidad, de voz saliendo desde el fondo de los pulmones, luchando por encontrar la salida en el pecho y finalmente reventando en los oídos de cualquiera que lo quiera escuchar.
En Years of refusal encontramos canciones melancólicas, de desamor, de alguien triste que no encuentra a su amada y que quiere abrazar a París para ver si así encuentra alguien que lo abrace de vuelta, o de alguien que habla con Carol quien le dice que nunca lo quiso realmente y que siempre fingió sonrisas, o de alguien que al final sólo puede decir con algo de resignación: Im OK by myself.
Lo que pasa con Morrissey, creo yo, es que su voz es tan increíble que arrastra las letras de tristeza y las convierte en algo tan poderoso como un río, o mejor, como un accidente de carro (como para hacer el guiño a There’s a light that never goes out) . No es melancolía a medias. Es melancolía poderosa, de esas de sacarse el corazón del pecho y llenarse de sangre y pintarse la cara y llorar y hacer pataleta y romper vidrios con palos de hockey y luego, de manera resignada, tomar aire, dar media vuelta y pensar que no es tan grave.

Sobre el río

(Publicado en semana.com después de un largo día charlando con Clemencia, con María Belén, contemplando Treno, como si estuviera en la mitad del Cauca)

En una sala se proyecta un video en el cual se ve la matanza de un cerdo que será el plato principal de una reunión familiar. En otra se proyectan los corredores del panóptico del Museo Nacional y se escuchan las voces de unos presos que, de manera fragmentada, cuentan sus historias familiares. Más adelante un video muestra una desesperada mano dibujando una casa, primero sobre el papel y luego sobre el lodo. En la sala principal se encuentra el río. Seis pantallas gigantes proyectan de lado a lado el movimiento de la corriente del río Cauca.

Las cuatro muestras de video hacen parte de la exposición Actos de habla de la artista Clemencia Echeverri, que se inauguró el 10 de marzo en el Museo de Arte de la Universidad Nacional y que estará abierta al público hasta el 8 de mayo. Para María Belén Sáez, la curadora de la muestra, estas obras se preguntan sobre cómo el lenguaje transforma las experiencias individuales y se convierte en una herramienta para comprenderlas. Es así como en la exposición se escuchan gritos, voces y murmullos que señalan la impotencia que siente la artista frente a la violencia que produce el conflicto en Colombia.Echeverri, quien cambió la escultura y la pintura por el video y el sonido, dice que estos lenguajes le permiten documentar experiencias directas. Una de estas experiencias fue la visita a las cárceles de Pentonville, en Inglaterra, y el Buen Pastor, en Bogotá, donde pudo entrevistarse con presos que le contaron las historias con las cuales hizo Voz/net, obra que se mostró por primera vez en el Museo Nacional de Colombia en 2006. Para la artista, "la experiencia marca. Puede ser una marca desde lo desagradable o lo agradable. Yo creo que estamos escindidos, fragmentados por muchas experiencias que son ejes que denotan y que mencionan lo que somos. Es ahí cuando el arte elabora lo que ha quedado por decir y los vacíos que posiblemente un ser humano tiene".

Una de las constantes de su obra es hablar desde la experiencia del conflicto. Para Echeverri la guerra ha silenciado y opacado elementos de la realidad colombiana, frente a los que nadie se sienta a reflexionar. Treno, su pieza más reconocida, que hace parte de la colección Daros en Suiza, busca ampliar la imagen y el sonido del río Cauca, lugar con la doble connotación de vida y muerte al haber sido un medio de comunicación fluvial importante para el país que ahora es el lugar en donde se arrojan los cadáveres de la violencia. Para Echeverri: "El río en 'Treno' es como la metáfora de dos orillas. Estamos en un lugar y nos es muy difícil llegar al otro. En este país me he sentido en muchos momentos en lugares de impotencia y de no respuesta. En esta obra puedo mediar el poder que tiene el río en su caudal y extrapolarlo para que enuncie lo que está sucediendo dentro de nuestra historia política".

Es la voluntad de enunciar, reclamar y señalar lo que pasa inadvertido, la que se pone de manifiesto en estos Actos de habla: "El artista le pone un freno a lo vertiginoso, a lo que se descarta como noticia, a lo que aparentemente está sucediendo. El arte reúne memoria, reconstruye el presente y puede llegar a anticipar, si es capaz, si su lenguaje es lo suficientemente poderoso". En el caso de Echeverri, es su voz que desde el dolor quiere transformar su experiencia en arte. Señalar a otras voces y ponerlas en altavoz para que el río no se las lleve corriente abajo.

domingo, 15 de marzo de 2009

Sobre el nuevo disco de Lily Allen, Its not me its you





No eres tú Lily, soy yo. No he podido cogerle del todo el flow a tu nuevo disco. Creo que uno de los problemas es que llego a la tercera canción Not Fair y la relaciono con una canción de Fany Lu. Lily, perdóname, sé que no era tu intención pero si debo ser sincera, esa canción me hincha un poco las pelotas. Ahora, sé que no eres tú, soy yo, la que extraña a Mark Ronson produciéndote. Extraño el sonido vintage del swing, extraño las trompeticas funky. Sé que en esta ocasión te produjo el maravilloso Greg Kurstin, de The bird and the bee, y que eso le da un toquesito de pop melancólico, pero ¿no te parece que a The Fear le falta un poquito de perrenque? No eres tú, soy yo que no he madurado y que te escucho buscando canciones sobre tipos que son malos polvos (de pronto por eso me gustó que metieras Fuck You entre los temas) o canciones pop diferentes, raritas y hasta de despecho como Never Gonna Happen. Lily querida, sólo te quería decir que no me gustó mucho tu nuevo disco. Pero de nuevo no es tú culpa, era yo la que esperaba que siguieras con la misma fórmula del Alright, still que tanto me gustó o que, de golpe, sólo te dedicaras a hacer covers como los que has hecho de Keane, de Blondie y de Britney. No pienses que has perdido una fan. Siempre seré adicta a escuchar tu versión de Womanizer. (http://www.youtube.com/watch?v=3jOzuLsJIUE)

Sobre los cerezos

http://www.youtube.com/watch?v=5eD5oU1GzqQ



Au Revoir Simone se llena de ruidos chiquiticos, sutiles, casi imperceptibles. Pasos en la nieve, pájaros por la mañana, aleteos de insectos. Su primer disco no podría tener un mejor nombre: Verses of confort, assurance and salvation (2006) es eso, versos maravillosos que susurran sobre la vida, el amor y el let it be. Canciones tranquilas para bonitos fines de semana, (Baby tell me please is this a dream spending the night with you beneath the cherry tres just make a wish and everything comes true). Canciones para cantar suavecito, al oído, debajo de cerezos o en el pasto. Na na na, na na na. Como si la vida se tratara de un comercial de perfumes, lleno de gente caminando descalza por el bosque. Comfort, salvación, descanso. Pequeños sonidos que se tararean. Was it just a breeze, was it a kiss, breathless exquisite chills.